Es contradictorio como la oratoria tan deshuesada, directa y efusiva de Donald Trump esté envuelta en, para muchos de los que somos curiosos respecto a las elecciones estadounidenses, en una incógnita que abarca toda la superficie donde se encuentra posicionado el magnate: ¿Cómo es que tamaño outsider llegó a ganar la primaria del Partido Republicano y actualmente estar con serias posibilidades de convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos?
En busca de respuestas, arribamos a Joaquín Harguindey, miembro del observatorio John Fitzgerald Kennedy y un completo y prolijo seguidor de las circunstancias políticas del norte. Su biografía en Twitter reza 'I watch the United States, so you don't have to' ('Observo a los Estados Unidos para que vos no tengas que hacerlo'), lo cual lo convierte en este reportaje en una especie de brújula para orientarnos en el escenario de los comicios que se desarrollaran en Noviembre. Y mientras las campañas de Trump y de la candidata demócrata Hillary Clinton preparan sus fuerzas para la recta final, comenzamos a charlar con Harguindey.
¿Qué factores crees
que son los que llevaron a un outsider como Donald Trump a ganar la nominación
republicana?
El Partido Republicano desde la elección de 1968 a virado en
su estrategia, comenzando a emplear lo que se llama ‘dog whistle’ (silbato de
perro). Son las políticas orientadas a una reducción del estado de bienestar, que
en realidad, como sucede con el silbato, las escuchan quien quiere escucharlo
con respecto al voto racista, el cual está presente en el sur, en la gente
puede llegar a percibir que Estados Unidos se ha modificado de manera
demográfica a tal punto de que ya no reciben ellos los beneficios que recibían
antes. Repercute también la pérdida por parte del Partido Republicano de la
base de votantes a la cual solía apelar para que los voten, para luego no
aplicar las medidas de gobierno en los términos que ellos deseaban. Todo esto llevaría a la construcción de una
especie de ‘Frankenstein’ que terminó haciendo que los jerarcas del partido
perdieran el control. Después, en parte,
tenés la cuestión de que Estados Unidos ha dejado de ser un país manufacturero
desde los años 70’ y ese declive ha llegado a todas comunidades participes en
dicha actividad. Aquel deterioro ha producido que un montón de gente pierda
ciertas ideas que tenía respecto a Estados Unidos, las cuales comenzaban a
verse obsoletas. Culpan a los tratados de libre comercio por este tipo de
cosas. No es el factor más importante, pero la pérdida de una base de votantes satisfechas,
y de una jerarquía de control en si por parte del Partido, es un hecho
fundamental.
Trump transita su
discurso entre la melancolía y el deseo de reconstruir el sueño americano y,
por otro lado, una xenofobia latente. ¿Cuál es la verdadera estrategia?
¿Digamos un contraste entre un pasado idealizado y un
presente totalmente deteriorado? Si, es la parte central de la campaña. Esa
idea de que Estados Unidos ha sido un gran país y dejó de serlo. La pregunta
sería, ¿Cuándo es que Estados Unidos fue un gran país para el electorado de
Trump? ¿En los 50’, cuando tenías una especie de ‘apartheid’ en el sur del
país? ¿En los 70’, cuando tenías una guerra en el sudeste de Asia que consumía
un cuarto de los recursos del Estado? Tenés un montón de preguntas para hacerle
al trumpismo que no tienen una respuesta clara, solamente tienen esta idea de
que ‘en algún punto las cosas estaban bien’. Hoy Estados Unidos es
completamente distinto a aquellos tiempos, tienen un presidente con otro color
de piel, se habla español en todos lados… Es un país diferente y ello es una
reacción a él.
De los hechos que
podrían desenvolverse en una hipotética Administración Trump, ¿cuáles crees que
son posibilidades reales y cuales crees que son fantasía?
Las posiciones de Trump varían día a día. Por ejemplo, en el
caso del aborto es extraordinario: Mantuvo seis posiciones distintas a lo largo
de una semana, retractándose y volviendo en varias oportunidades. Es difícil
determinar lo que Donald Trump piensa hacer como presidente. Las propuestas más
centrales de su campaña, como la construcción de un muro en la frontera
EEUU-México o la salida del país del tratado de NAFTA, primero deberían lograr
pasar el congreso. Hay una facción del mismo liderada por los republicanos más
tradicionales que ven a la plataforma de Trump como una forma de atraer un
electorado este año pero que no piensan implementarla de forma significativa si
es que llegan a ser gobierno.
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Joaquín Harguindey |
¿Qué diferencias y
similitudes hay entre Hillary Clinton y Donald Trump?
Las diferencias son vastas, ya que son coaliciones que
tienen muy poco que ver en términos de interés. Una similitud podría ser que
ambos han dicho que buscan reducir la influencia de los poderosos con mucho
dinero en el proceso político, el llamado lobby. Esto surge a causa de la
decisión de la corte suprema que les permite arrojarle dinero a una causa o a
un candidato de forma ilimitada. La reducción de eso podría verse como un punto
de contacto entre ambas campañas.
¿Qué perfil respecto
a conflictos bélicos mantiene Hillary Clinton? Cabe decir que desde la campaña de su
competidor en las primarias demócratas, Bernie Sanders, se hizo mucho énfasis
en su apoyo a la Guerra de Irak.
Sinceramente creo que Sanders siempre ha estado en una
posición bastante cómoda, oponiéndose a las cosas que no eran encajables en el
esquema ideológico que él posee. En treinta años en el congreso se ha opuesto a
prácticamente todas las medidas por considerarlas equivocadas. Se castiga mucho
a Clinton por su voto a favor de la guerra de Irak, pero esa acusación no es
del toda justa si no la observas dentro del contexto de información disponible.
Se equivocó por buenos motivos, así como Sanders hizo lo que hizo por buenos
motivos. Él también tiene un historial de apoyar la intervención estadounidense
en los años 90’, como en los casos de Somalia o Kosovo. Clinton es alguien que
se mueve al ritmo del partido y que ha mutado su posición en base a la demostración
del cambio que realizaron los estadounidenses. Por ejemplo, del 2008 al 2015 la
posición de la mayoría de los habitantes de Estados Unidos modificó su posición
respecto al matrimonio homosexual, pasando de -10 a +15 en los términos de ‘a
favor/en contra’. Clinton arrancó su campaña del 2008 en una posición un tanto vacía
y hoy se encuentra junto a Obama, y la totalidad del Partido Demócrata, ya
completamente a bordo de la idea de apoyar el matrimonio de una forma ciega en
sentido del género de las personas.
¿Hay chances de que
Sanders se presente como candidato independiente?
No, en absoluto. Eso es una fantasía del Partido Verde o de
los partidos trotskistas minúsculos que existen en Estados Unidos. Sanders
inclusive ha dicho que no va a serlo y no ha pasado nada en la que
amerite una campaña por fuera.
¿Cómo crees que la
historia va a recordar a estas elecciones?
La más parecida podría ser la del 68’. Si bien no hay una
guerra o asesinatos políticos, como pasó con Martin Luther King o Bobby
Kennedy. Fue una campaña de muchísima convulsión en Estados Unidos, con
ciudades donde hubo alzamientos en contra de la policía. Esta es una campaña
moderna convulsionada pero relativamente tranquila. Supongo que la usurpación
de un partido político por una figura como Trump la vuelve inédita. Al menos
que el trumpismo se vuelva la ideología oficial por medio de un triunfo del
Partido Republicano. Sino, es muy difícil ver una repetición de esto en cuatro
años, si es que los republicanos buscan mantenerse como una fuerza viable. Si
no se verán como que permiten la entrada de cualquier outsider para competir
dentro del partido.