Las palabras arribaron desde Europa hacia la sintonía de Radio Cooperativa. El móvil-conexión radial nos rencontraba con un Ángel Cappa que exclamaba un reclamo de justicia ante una posibilidad de que una mano oscura haya sido la que le arrebató el título a su Huracán, en aquella final del Clausura 2009, ante Vélez Sarfield. El escándalo de las escuchas en AFA ya es una realidad que se encuentra en oídos de todos, visto desde los ojos de Cappa como un motivo para tender un manto de investigación a ese polémico cotejo, con el fin de esclarecer todo margen de dudas.
Desde mi teléfono, marqué rumbo a Madrid, España, para entablar con este fiel discípulo del menottismo, y autor de quizá el equipo que mejor juego demostró en campo de juego en los últimos quince años, una conversación que desde ya no se limitó al AFAGate, sino que hizo cumbre en temas de diversa profundidad: Los principios, el espíritu amateur y el reencuentro teórico con su propia juventud. Sin más preámbulo, el reportaje con Ángel Cappa.
¿Cómo lo está tratando este segundo tramo del año 2015, allá en España?
Bien, con mucho calor. Con 40 grados aquí en Madrid, hay una ola de calor en España. Pero bueno, cosas naturales.
Me interesaría charlar con usted respecto a una frase que brindó a los colegas de Radio Cooperativa en base a las escuchas en AFA y su posible relación con aquel polémico arbitraje de Gabriel Brazenas en el Huracán-Vélez del 2009. (“Lo único que me interesa es que se averigüe y salga la verdad, porque hay indicios para sospechar que no fue una simple equivocación”) . ¿Qué indicios tiene para creer que existe una relación entre las escuchas y aquella polémica final?
No se trata de una relación con las escuchas, eso yo no lo se. Yo digo que tengo indicios que me permiten sospechar de que en ese partido los errores arbitrales no fueron casuales. Yo creo que, aprovechando ahora que se está investigando en la AFA y en la FIFA distintas actuaciones turbias o corruptas, desde el punto de vista de Huracán, que es el que me interesa, se pueda despejar las dudas que existen en torno a ese partido. No se trata solo de esta sospecha, hay muchisimos partidos, campeonatos, ascensos y descensos que han estado bajo sospecha, y ahora sería la oportunidad de aclarar muchos de ellos.
¿Puede ser este el comienzo de una revolución en el fútbol?
Puede ser el comienzo de una limpieza en el fútbol. Una muy necesaria. Que no exista más la sospecha, y que el fútbol sea lo que todos deseamos: Una competencia leal, donde los que ganan y los que pierden sean producto del juego, pero nunca de casos de corrupción.
En caso de descubrirse de que el partido Vélez-Huracán estuvo hecho a drede para perjudicar a su equipo, ¿por qué creen que atacarían así a Huracán?
No se trata de atacar a Huracán. El equipo que hace eso es porque quiere ganar, entonces se "medio asegura" el triunfo con sobornos. Pero eso no es por atacar a Huracán. Si en vez de Huracán, en ese partido en Vélez, hubiera sido otro equipo, hubiera sido lo mismo.
¿Qué hubiera cambiado si esa final la hubiera ganado Huracán?
Se hubiera respetado el sentimiento de muchísima gente de Parque Patricios. La gente hubiera concretado toda la emoción que vivió durante el campeonato. No se hubiera sentido despojada como se sintió. Hubiera quedado a salvo la dignidad del fútbol, ¿no? En caso de que todo hubiera sido normal. Yo tengo indicios para sospechar que no fue normal, y que no fueron solo errores del árbitro. Por eso me parece correcto que haya una investigación. Si se prueba que fueron errores programados, no pasa nada. No tengo afán de revancha. Pero quedaría satisfacció en la gente de Huracán de que ese partido no lo partido, nos lo robaron. Si la cosa queda en que los errores del árbitro fueron involuntariamente, no pasa nada tampoco, estaríamos más tranquilos, perdimos por errores del árbitro.
Hay un dato que es el que nos hace sospechar a todos, que es que Brazenas jamás volvió a dirigir después de esa final. Quedó marcado de por vida.
Si. En cambio el juez de línea, que tuvo dos fallas importantes, Ricardo Casas, nadie lo menciona y fue premiado con el Mundial. De modo que eso también habría que investigarlo. Muchas veces, como yo he leído en muchas escuchas redactadas desde AFA, se dirigen directamente a los jueces de líneas, quienes tienen la decisión de los fueras de juego, las faltas, en fin, de muchas cosas que deciden el partido.
Poniendo su carrera sobre la mesa, ¿cuáles eran los principales principios que usted buscaba inculcarle a los jugadores para divertirse en el campo de juego?
Primero que yo nunca tomé mi participación en el fútbol como una carrera, sino que me tocó caminar por distintos lugares: Equipos humildes y equipos grandes. Fueron etapas de mi vida. Lo que yo siempre quise es no quitarle al jugador el placer del juego. El juego de fútbol es un placer. Lo cual no quiere decir que uno se ría como un imbécil de todo, eso es idiotez. Placer es que uno disfrute de todas las circustancias de la profesión. Es un juego que se transforma en profesión; pero que la profesión no nos convierta en profesionales. Es decir, que no nos quite el sentido amateur, que uno tiene que tener para jugar al fútbol. El mismo que debe tener un artista para actuar: Un artista no puede actuar porque le pagan, actúa porque le gusta. Y un jugador del fútbol no puede jugar solo porque le pagan, juega porque le gusta. Eso fue lo que siempre trate de llevar adelante. Y también el respeto de los conceptos futbolísticos que me dieron los grandes jugadores y los grandes equipos. No traicionar eso. Algunas veces me salió mal, otras me salió bien.
¿Usted aplica está filosofía a diario en las diferentes facetas de su vida, como por ejemplo en el amor, o en el trabajo fuera del fútbol?
En el amor uno tampoco puede ser un profesional, eso por supuesto. Tampoco puede ser padre o amigo profesional. Naturalmente que si, yo trato de vivir con cierta coherencia sabiendo que tengo muchas contradicciones. No soy perfecto ni puro. Soy un poco de todo, como toda la gente.
¿Cómo observa el panorama político, en este año electoral?
En España hay una situación muy favorable para un cambio. El neoliberalismo ha sometido a la gente a una situación de crisis y niveles de pobreza muy grande. Y eso ha agotado las posibilidades las políticas de recortes de derechos sociales. Entonces existe la posibilidad del cambio, de la búsqueda de una sociedad más justa y democrática que la actual. Eso es muy alentador. De la situación en Argentina me entero muy superficialmente. Opinar me parece imprudente.
Usted hablaba puntualmente del neoliberalismo. Este nefasto accionar de desarticular al Estado y quitarle los medios a las personas. No puedo dejar de relacionarlo con el fútbol, con ese sistema canibal del mismo. Por ejemplo, ese desarme que vivió el Huracán del 2009 tras el torneo Clausura. ¿Existe ese sistema en el fútbol, en el cual no hay tiempo para disfrutar y todo se basa en el dinero?
La Argentina es un fútbol de paso hace muchos años. La mayoría de clubes están en bancarrota, y la posibilidad de salvación es vender jugadores. No hay un proyecto, salvo en algunos equipos. Estoy viendo que Pezella ya fue vendido en River, y me acuerdo de él porque cuando yo estuve en River era un chico muy joven que recién empezaba en reserva. Aún no se consolidó en la primera de River y ya lo vendieron. Pongo el ejemplo de Pezzella porque es de Bahía Blanca, como yo, y que lo conozco bien. Pero hay decenas de casos así, que aparece un chico y se tiene que ir. Y vuelven jugadores veteranos que ya están de vuelta de todo. Hace tiempo, entonces, que los equipos están hechos de jugadores que están de vuelta con chicos que están por aparecer. O, en algunos casos, solamente de chicos que están por aparecer. Y están esperando, desde los clubes, que esos chicos hagan dos goles o tres pases seguidos para venderlos afuera. Entonces, es un fútbol de paso, un fútbol que ha perdido identidad. Es un nivel muy bajo el del fútbol argentino por esa razón.
Si el Ángel Cappa de sus inicios en Villa Mitre se encontrara hoy con el Ángel Cappa entrenador, ¿qué creé que le diría? ¿Cómo sería ese hipotético encuentro?
El jugador de fútbol estaría contento, porque el entrenador nunca traicionó sus sentimientos y su manera de sentir el fútbol. Nunca he dejado de respetar lo que yo sentía, y lo que yo sentía me lo incularon en mi barrio, los grandes jugadores y los grandes equipos. Yo he sido un jugador modesto y un entrenador como cualquiera. Pero muy respetuoso del significado del fútbol.
Audio de la nota, en video:
Esteban Chiacchio
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